1º Quincena

ESCOBAZO I
* Que bueno que el Hospital Italiano volvió a recibir a la colectividad en su obra social. Pero ¿que cosas habrán cambiado que antes el hospital no llegaba a cotizar cifras competitivas por sus servicios y ahora acepta ser subcontratado? ¿Antes las cifras no daban y ahora si? El análisis simplista seria que antes alguien “probó” a ver si pasaba y ahora otro “alguien” razonó y dijo “tutto fa brodo” vamos a aceptar lo que nos dan que tenemos que juntar un poco mas de platita. En definitiva los unicos perjudicados son los ancianos que tienen que esperar tiempos inhumanos para tener un turno y una vez que llego el tan esperado turno veamos como, cuando y donde se lo atiende. La comunidad controle este tipo de actitudes. Una cierta clase dirigente del hospital no se caracteriza propiamente por la sensibilidad y la humildad.

ESCOBAZO II
* ¿Salimos de un patrón para tener otro? No se yo, pero tu…. (música de bolero de Armando Manzanero). Una pena que se generen situaciones de “aprete” (no apriete) en especial a mujeres. Demuestra el grado de cobardía de quien genera esa situación. Pero bueno, esa es la ventaja que algunos creen tener por el hecho de ser muy católico. Haces grandes macanas, después vas a misa, pides perdón y la vida continua como si nada. Lo que seguramente no se dan cuenta es que el perdón solo está en sus mentes. Una pena de ser humano quien la piensa así porque hay algo que personas de esta calaña no entiende. Dios todo lo ve “e prima o poi” te la cobra. Confucio sabiamente aconsejaba no ser soberbio con la gente que te cruzas en la subida pues es la misma que vas a encontrar en la bajada. Veamos cuando empiece con los hombres como le va con eso de la prepotencia. No sea cosa que tenga se haya comprado alguna rifa con un par de sopapos como primer premio. Esperemos que no… o a lo mejor, quien dice, ofrece la otra mejilla.

ESCOBAZO III
* Alitalia tiene al publico una atención muy despareja. Entras a las oficinas de Av. Santa Fe, con todo el entusiasmo por el viaje que vas a encarar y tenes una gran ruleta –léase los números- que marcan tu futuro inmediato. Si te toca una de las tres chicas que atienden al público: una a la izquierda, otra en el centro y otra a la derecha que es la jefa te puede pasar esto: Si te toca la de la izquierda tenes asegurada la mejor ubicación a tu elección dentro del avión, la mejor tarifa y la mejor onda. O sea “Bienvenidos a Alitalia”. Si en cambio te toca la del centro empezas a comprar un pasaje al terror. Mala onda, pésima atención y ante cualquier complicación te cierra la ventanilla y falta que te diga: “Se te terminó el tiempo. Chau”. Claro que ahí tenes dos opciones: Mandar al carajo a esta maleducada e impertinente empleada o acercarte a la derecha y hablar con la jefa que puede parecer un tanto fría pero siempre encuentra la solución a los problemas de los pasajeros. Preguntamos al director de Alitalia en Argentina; ¿Nunca nadie hizo una queja formal contra esa persona que trata tan desagradablemente a los clientes? ¿O como en tantas cosas de la colectividad tiene ella –la empleada- algún padrino importante? Si hace falta un escrito podemos colaborar.